La radiofrecuencia consiste en la aplicación de ondas electromagnéticas de alta frecuencia sobre la piel que provoca el calentamiento controlado de las diferentes capas de la dermis, lo que favorece: La formación de nuevo colágeno. El drenaje linfático. La circulación de la piel y el tejido subcutáneo.
La radiofrecuencia es un tratamiento indoloro, que suele durar unos 30 minutos por sesión. Cuando termina el tratamiento, el paciente notará un leve
enrojecimiento de la piel, al mismo tiempo que luce más tensa y luminosa.